A las futuras generaciones.
«Aunque se avecinen tiempos en los que parezca que salir vestido de tuno no sea la mejor opción, no os dejéis influir y permitáis que esta gran institución muera, porque le estaréis robando a los que os suceden años de grandes aventuras en viajes por el mundo, miles de historias que si no fuera por el traje no hubieran ocurrido, infinitas mujeres que rondar a sus pisos, colegios mayores dentro y fuera de Granada, despedidas de solteras, cumpleaños, fiestas privadas, inauguraciones de pisos, gente que se te acerca en la Mae o en o Pedro Antonio a preguntarte por qué vas así vestido, excusas para reuniros cuando os hayáis separado y tengáis vidas aparte, anécdotas de amigos para la posteridad, los enredos en el Cebollas previo a cualquier actuación, las canciones y el sorbito de anís del mono en el camino a actuar, la primera cinta, montarte en un escenario y demostrar ante cientos o miles de personas (Palacio de congresos o la JMJ 2011) lo que valéis cantando, bailando entreteniendo al público, la elección de madrina, el dilema acerca del jefe y el sufragio junto con el voto de Pepe para elegirlo, el ramo que siempre se olvida, el cantarte al oído porque así lo escuchas mejor, las bromas que solo nosotros entendemos y que duran meses, la alternancia de motes, el cómo se te hincha el pecho de orgullo al ver a tu solista o terminar una actuación soberbia, el premio pandereta que nunca llega, levantar el trofeo a la mejor tuna, ir a por La Príncipe y que las guerrilleras o las esclavas te paren porque se acuerdan de la tuna del Loyola que les cantó, brebajes, el pandereta tirado hacia atrás mientras se canta el solo de Julio y la carilla de sufrimiento del tipo más elástico de la provincia, salir de ronda y llegar al Mayor a la hora de comer con una sonrisa de oreja a oreja, los chistes, los ensayos, el viaje en coche o bus a los certámenes, los contratillos donde te invitan a comer a la boda o incluso a dormir allí y te dedicas a cantar y pasártelo bien con los que hayáis ido, las rondas de besos, montar canciones increíbles, la copa Troll, el repertorio alternativo, la alegría de ver a los viejos, levantarte moribundo antes de una actuación, ponerte el traje y sentir como el “grillo” te devuelve la vida, etc. Y sobre todo los lazos que se crean entre amigos y el calor y satisfacción infinita que se siente cuando por primera vez apostas la beca de La Gloriosa Verde Oliva y la acomodas sobre tu pecho.
No olvidéis nunca que los nuevos son el futuro y debéis de instruirlos y dedicarles tiempo y paciencia para que desde que entren comprendan el compromiso que implica pertenecer a la Tuna de Medicina de Granada y siempre mantengamos el escaño que nos corresponde.»
<< Espero con anhelo el día que con 5 años algún niñato de 20 años me llame y me diga: Karateka, vente el sábado que vamos a celebrar el 70 aniversario de La Gloriosa y vamos a juntarnos todos. Un abrazo a todos>>
Javier Doña Medina (Karateka/ ª el Tato)